Daniella
Foster (Los Ángeles, California, 1983) se muestra tan entusiasmada con su
primera visita a España que ni siquiera parece acusar el jet
lag.Esta experta en colaboración público-privada y en
emprendimiento social es una figura emergente dentro del Departamento de Estado
de EE UU, y ha estado en Madrid para hablar de ambos temas.
Tras echar un rápido vistazo a la carta,
accede rápidamente a probar el jamón ibérico. “Ahora entiendo por qué es el
orgullo nacional”, dice al atacar el plato, antes de pasar a definir “el nuevo
modelo” de cooperación público-privada. “Ya no se trata de que el sector
privado financie una infraestructura: eso solo son acuerdos puntuales”. Foster
se refiere a algo mucho más “fascinante”, adjetivo que utiliza durante toda la
conversación. Habla de la cooperación entre distintos agentes, públicos,
privados, ONG, emprendedores… para lograr objetivos comunes. “Las fortalezas de
uno suplen las debilidades del otro”.
Para ella, la crisis ha demostrado que los
Gobiernos “no lo pueden resolver todo” y que hace falta una nueva forma de
hacer las cosas. Acepta que son tiempos difíciles, pero a la vez llenos de
oportunidades. Por eso, apuesta por innovar, crear y comerse la cabeza para
trabajar de forma “más inteligente”. La colaboración que propone consiste en
formar una suerte de “matrimonios” entre agentes con los mismos fines
estratégicos. “Ahora, los dos cooperamos para terminar este jamón”, bromea.
Reconoce que son ideas novedosas y que
llevará tiempo asimilarlas. Pese a ello, Foster, que ha sido nombrada una de
las 99 jóvenes líderes de política exterior más influyentes del mundo por la
revista Diplomatic Courier, opina que España está en una posición
“única” por historia, cultura e instituciones. “Los elementos para que funcione
existen”.
Lo que falta es crear el ecosistema ideal
para estas relaciones, y esa es precisamente su obsesión. Promover redes entre
agentes para compartir ideas y esfuerzos, y también ayudar a los emprendedores,
su otra gran pasión.
Foster casi se olvida del pollo que ha pedido
cuando empieza a hablar del emprendimiento social. Esto es, a la hora de
abordar una necesidad social, no limitarse a buscar fondos sino tratar de
hacerlo de forma sostenible y autosuficiente. “No hay que esperar a que otros
hagan las cosas por ti”.
Y para eso ha venido. Para hablar de cómo
crear un caldo de cultivo en el que proliferen la cooperación y el
emprendimiento. Porque, así como para saltar en paracaídas por primera vez hace
falta un monitor, ilustra, para emprender hace falta apoyo. “Esa es la labor de
los Gobiernos”, indica Foster, que antes de entrar en la Administración trabajó
en distintas empresas y ONG. Quizá por eso, admite que es “importante” que
gente externa aporte su experiencia e introduzca “una mentalidad emprendedora
en la política”.
Pero, al margen de la actitud gubernamental,
Foster emplaza a quien tenga una idea novedosa a no ponerse excusas. Ella
misma, cansada de autojustificarse, fundó una ONG para orientar y becar a
universitarios de primera generación en EE UU. “Me dije ¿por qué esperar a
jubilarme si lo puedo hacer ahora?”, evoca. “Al final, más allá de las redes de
apoyo o de la actitud del Gobierno, lo importante es lanzarse”, concluye.
EL PAIS CARLOS LAORDEN 30 ENE 2013 - 19:03 CET: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/01/30/actualidad/1359569024_098794.html